El aceite de oliva es uno de los productos más reconocibles de la gastronomía española, y como resulta que vivimos inmersos en toda una explosión sociológica y cultural entorno a la cultura de los fogones, el oro líquido no se queda al margen. Una de las expresiones más evidentes del éxito del aceite de oliva virgen extra entre los amantes de los productos gourmets y la buena mesa es el incipiente oleoturismo que empieza a desarrollarse en las zonas productoras de la Península Ibérica.
Con la demanda de nuevas experiencias en los viajes, el turismo, la gastronomía y el ocio, lleva varios años popularizándose el enoturismo, el turismo entorno al vino, en amplias zonas de La Rioja, la Ribera del Duero y otras áreas de reconocido prestigio vitivinícola. Alojamientos con encanto entre viñedos, visitas guiadas a las bodegas, menús de maridajes, catas, museos del vino, tiendas especializadas, rutas de turismo rural en zonas con denominación de origen… todo un floreciente mercado que ha sabido aprovechar el creciente interés por los caldos de calidad. En esta línea, llega el turno del turismo del aceite de oliva, los viajes en torno a la cultura del olivar. No en vano, España goza de zonas productoras de tanto raigambre como Jaén, la provincia de la que sale más aceite de oliva que en ninguna otra parte del mundo, pero también podemos nombrar a Córdoba o Sevilla, a zonas del levante, de Cataluña o de sierras del centro peninsular. Todo un crisol de espacios naturales donde existe una gran devoción por el olivar, que tienen una oferta gastronómica y de turismo rural muy envidiable, y que pueden aprovechar el interés creciente en torno al aceite de oliva virgen extra de gran calidad para configurar una oferta muy atractiva para los viajeros en busca de nuevas experiencias.
Vía Verde de Jaén
Ya lo estamos viendo en zonas como Jaén, donde la Diputación de esta provincia promueve un plan para poner en valor este tipo de turismo, a partir de visitas a almazaras, olivares, catas para aprender a distinguir las distintas variedades, jornadas gastronómicas con el aceite de oliva como protagonista estrella… en definitiva, toda una serie de actuaciones que enganchan a los viajeros para convertirlos en nuevos embajadores del puro zumo de oliva. Un ejemplo muy tangible de esta tendencia es la ‘Vía Verde’ de Jaén, una propuesta de oleoturismo en la que participan alojamientos singulares en cortijos olivareros y que se complementa con visitas a ciudades de tanto patrimonio artístico como Úbeda y Baeza.
Estos días de otoño, y también en invierno, periodos álgidos para la recogida de la aceituna, son momentos ideales para organizar una escapada por alguna de estas zonas productoras de aceite de olive y conocer de cerca este producto tan apreciado por la gastronomía y pieza insustituible de la dieta mediterránea.